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martes, noviembre 09, 2010

Oda al árbol (Paola Giardina)


Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.

¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.


Fragmento de A un olmo seco, de Antonio Machado (4 de mayo de 1912).

Este fue el primer poema que recité de memoria en la escuela, y aún casi que puedo recordarlo y me emociona de la misma manera.

Aquí, mi homenaje.
Oda al árbol

Inmóvil,
imperturbable,
perpetuo.

El árbol se eleva
y con sus brazos de cielo
roza el cenit,
reverdeciéndolo.

Grita su queja nocturna,
susurra al ave,
descansa...
sobre su solo pie
que en lo profundo,
múltiple
se humedece hasta perderse
en infinitos hijos.

Cierra los párpados
de sus huérfanas hojas
para no ver,
no pensar,
para que su tronco
de tan tiernos zumos
no sienta,
no sufra,
para que sus alas
de verde dolor
no caigan
rendidas
como hijas del viento.

Grita su lamento de nieves,
susurra en la noche
eterna compañera,
su canto elemental,
la melancolía de sus nervaduras,
el dulce trinar de sus brotes,
la cadencia menta
de un corazón
fundido en papel.

Solo,
impasible,
leal.

El árbol se deja ver,
se deja trepar,
se deja habitar,
no presenta quejas
solo sufre
destinos crueles,
de carpetas e imprentas,
de tintas y de sellos,
de cajas y de pianos,
de puertas y de cercos.

Madera y verdor,
herida del árbol
que duele en mi alma
como si arrancaran
de mi pecho una hoja seca,
como si mis raíces fueran
cercenadas,
sin consuelo,
Me abrazo hoy
descalza,
los pies fríos
sobre la gramilla triste
que en su derredor
tiende una manta,
al árbol
que es
en mí
célula vegetal
viviente,
que late,
ser inmortal,
multifacético.
Paola Giardina
(poema original compuesto especialmente para El Museo de la Luna)

sábado, noviembre 06, 2010

NOCTURNO Y ELEGÍA (Emilio Ballagas)

Si antes de leer este poema algún ser humano sigue pensando en que es superior a otro ser vivo, sea animal o vegetal, creo que después de leerlo dejará de estar tan convencido. Aquí el poeta se funde en la Naturaleza, se entrega a ella tras un amor frustrado, y no hay tristeza en su muerte, no... Sólo melancolía y un generoso y sabio amor al Cosmos que lo contiene. Sirva para darnos cuenta de que a fin de cuentas, a pesar del aspecto que tengamos hoy, seremos al final de nuestros días solo un grano de arroz, una pizca de sal, una hoja al viento, una pluma de paloma, un rosnido de animal, un minúsculo cúmulo de arena en un mar infinito. El cuerpo perece, pero el alma se conserva en el Universo... tal vez en forma de estrella. Paola Giardina http://thislifeisironic.blogspot.com


Si pregunta por mí, traza en el suelo
una cruz de silencio y de ceniza
sobre el impuro nombre que padezco.

Si pregunta por mí, di que me he muerto
y que me pudro bajo las hormigas.
Dile que soy la rama de un naranjo,
la sencilla veleta de una torre.


No le digas que lloro todavía
acariciando el hueco de su ausencia
donde su ciega estatua quedó impresa
siempre al acecho de que el cuerpo vuelva.

La carne es un laurel que canta y sufre
y yo en vano esperé bajo su sombra.
Ya es tarde. Soy un mudo pececillo.


Si pregunta por mí dale estos ojos,
estas grises palabras, estos dedos:
y la gota de sangre en el pañuelo.

Dile que me he perdido, que me he vuelto
una oscura perdiz, un falso anillo
a una orilla de juncos olvidados;
dile que voy del azafrán al lirio.

Dile que quise perpetuar sus labios,
habitar el palacio de su frente.
Navegar una noche en sus cabellos.
Aprender el color de sus pupilas
y apagarme en su pecho suavemente,
nocturnamente hundido, aletargado
en un rumor de venas y sordina.


Ahora no puedo ver aunque suplique
el cuerpo que vestí de mi cariño,
me quedé fijo, roto, desprendido.

Y si dudáis de mí creed al viento,
mirad al norte, preguntad al cielo.
Y os dirán si aún espero o si anochezco.

¡Ah! Si pregunta dile lo que sabes.

De mí hablarán un día los olivos
cuando yo sea el ojo de la Luna,
impar sobre la frente de la noche,
adivinando conchas de la arena,
el ruiseñor suspenso de un lucero
y el hipnótico amor de las mareas.


Es verdad que estoy triste, pero tengo
sembrada una sonrisa en el tomillo,
otra sonrisa la escondí en Saturno
y he perdido la otra no sé donde.

Mejor será que espere a medianoche,
y a la vigilia del tejado fría.

No me recuerdes su entregada sangre
ni que yo puse espinas y gusanos
a morder su amistad de nube y brisa.

No soy el ogro que escupió en su agua
ni el que un cansado amor paga en monedas.
¡No soy el que frecuenta aquella casa
presidida por una sanguijuela!


(Allí se va con un ramo de lirio
a que lo estruje un ángel de alas turbias.)

No soy el que traiciona a las palomas,
a los niños, a las constelaciones…
Soy una verde luz desamparada
que su inocencia busca y solicita
con dulce silbo de pastor herido.


Soy un árbol, la punta de una aguja,
un alto gesto encuentre en equilibrio:
la golondrina en cruz, el aceitado
vuelo de un búho, el susto de una ardilla.

Soy todo, menos eso que dibuja
un índice con cieno en las paredes
de los burdeles y los cementerios.


Todo, menos aquello que se oculta
bajo una seca máscara de esparto.

Todo, menos la carne que procura
voluptuosos anillos de serpiente
ciñendo en espiral viscosa y lenta.

Soy lo que me destines, lo que inventes
para enterrar mi llanto en la neblina.

Si pregunta por mí, dile que habito
en la hoja del acanto y en la acacia.
O dile, si prefieres, que me he muerto.
Dale el suspiro mío, mi pañuelo;
mi fantasma en la nave del espejo.
Tal vez me llore en el laurel o busque
mi recuerdo en la forma de una estrella.



La vida de Emilio Ballagas fue paralela cronológicamente a la de nuestra presidenta, pues nacieron con un solo año de diferencia y murieron ambos en 1954. Emilio Ballagas -a la izquierda junto a su hijo- nació en Camagüey (Cuba) el 7 de noviembre de 1908 (mañana es su cumpleaños) y falleció en La Habana con sólo 46 años de edad. Profesor universitario y periodista, en los años 30 su obra participa de las dos corrientes principales de la poesía vanguardista cubana: la poesía pura o purista (cuya máxima representante en Cuba fue Dulce María Loynaz) y la poesía negra (folclórico-musical) de homenaje a los más humildes, pese a que Ballagas era blanco y de familia burguesa. Una muestra de su poesía pura son los poemarios Júbilo y fuga (1931), Sabor eterno (1939) y Nuestra Señora del Mar (1943). Entre su poesía negra se destacan la Elegía de María Belén Chacón, seguramente su obra de carácter más popular, Canción para dormir a un negrito, uno de sus poemas más tiernos, y el Cuaderno de poesía negra (1934). También se ocupó de compilar la importante Antología de poesía negra hispanoamericana (1935) que lo convirtió en una de las principales figuras de esta corriente, junto a su máximo representante, Nicolás Guillén. Más tarde, sus versos ahondan más y más en el sentido de la vida, humanizándose de manera prodigiosa y empapándose de preocupaciones espirituales y filosóficas, sin renunciar por ello a la armonía y hermosura del lenguaje. Quizá el ejemplo más impresionante de su profundidad sea el poema Nocturno y Elegía. Quien desee conocer más sobre Emilio Ballagas y su Obra, visite el siguiente enlace en El Caimán Barbudo y podrá leer un artículo de Leopoldo Luis en el cual se dice: "Algunos poemas perduran. Sin importar cuándo fueron escritos, conservan intacta la frescura, como si la aspereza del tiempo no alcanzara a marchitarlos; al margen de giros estéticos, corrientes o tendencias."

sábado, octubre 16, 2010

Poema LVIII (Dulce María Loynaz)


Estoy doblada sobre tu recuerdo como la mujer que vi
esta tarde lavando en el río.
Horas y horas de rodillas, doblada por la cintura sobre
este río negro de tu ausencia.

Paul Gauguin, Lavanderas (1888) Óleo [76 x 92 cm.] MOMA, Nueva York

sábado, octubre 02, 2010

El amor, los gritos y el silencio

Mahatma Gandhi nació el 2 de Octubre de 1869

Un maestro hindú y sus discípulos viajaron hasta el río Ganges para bañarse. A la ribera del río, una familia discutía a los gritos. - ¿Por qué es que las personas se gritan cuando se enojan? - preguntó el Maestro. Los discípulos reflexionaron durante unos momentos hasta que uno de ellos se animÓ a decir: - Gritamos porque perdemos la calma. - Pero, ¿por qué gritarle a la persona que está justo a tu lado? Bien puedes decirle todo lo que quieras de una manera más suave - respondió el Maestro. Algunos discípulos esbozaron otras respuestas, pero ninguna de adecuada solución. Finalmente, el Maestro explicó. - Cuando dos personas se enojan, sus corazones se alejan. Para poder seguir escuchándose, deben gritar a fin de cubrir esa distancia. Cuánto más enojados están, más fuerte deben gritar para salvar la lejanía que los envuelve. El Maestro siguió diciendo: - ¿Qué ocurre cuando dos personas se aman? No se gritan, sino que hablan suavemente y susurran, ya que sus corazones están muy cerca el uno del otro. La distancia que los separa es diminuta, casi invisible... Cuando dos personas se aman profundamente, sin reservas, plenos en aceptación, ¿qué sucede? Murmuran, y su amor los acerca mucho más. No hablan. Llega un momento en que se miran y sin palabras, se entienden... Así de cerca están las personas cuando se aman. Finalmente, miró con firmeza a todos y cada uno de sus discípulos para decir: - Cuando discutan con vuestros seres queridos, no permitan que sus corazones se distancien. No pronuncien palabras que los alejen... De no hacer esto, llegará el día en que la distancia será tan grande que no podrán encontrar el camino de regreso al amor. (Cuento tradicional hindú)

PD: Me gustó mucho este breve cuento cuando lo leí porque tiene mucho que ver conmigo y con mi relación con mi padre. Sufrió una enfermedad hace 10 años y sufre aún hoy las secuelas. A veces me cuesta tenerle la paciencia suficiente y me ofusco con él y le hablo a los gritos como para imponerme. Y eso no está bueno, luego no me hace sentir bien. Y como siento que no se puede andar por la vida a los gritos con la gente, sobre todo con la familia, es que lo comparto para que entre tod@s contruyamos un mundo sin agresiones verbales y a los gritos. Y valga desde aquí el perdón a mi padre, por ser tan dura con él a veces.

sábado, septiembre 25, 2010

Las Aves han nacido para ser Libres (Paola Giardina)

En nuestro reciente viaje a Misiones tuvimos la suerte de apreciar muchas bellezas naturales: la selva, voluptuosa, las hermosas cataratas, el majestuoso río, las mariposas multicolor, las flores y la vegetación en pleno auge con esta incipiente primavera, la tierra colorada, muchas aves en vuelo, los monos en comunidad, saltando libres de rama en rama, etc.

Pero también tuvimos la mala suerte de ser testigos de un zoológico de aves. En Foz de Iguazú (Brasil) existe algo llamado "Parque das Aves", un sitio muy promocionado que "engañosamente" no menciona en su publicidad que se trata de un grupo de jaulas con aves en exposición.

Fuimos allí y pagamos la entrada pensando que se trataría de un gran parque con aves sueltas en los árboles, conviviendo pacíficamente, pero lamentablemente nos encontramos con una serie de jaulones llenos de papagayos, tucanes, loros y demás aves que nunca antes habíamos visto más que en fotos.

Nos causó mucha tristeza verlas allí, la mayoría de ellas encerradas en grandes jaulones, tristes, sujetas al lucro del ser humano, al que no le importa nada sobre su naturaleza: las aves han nacido para ser libres, para volar, para migrar, para posarse sobre los árboles e ir de rama en rama, de árbol en árbol como mejor les convenga, hacer sus nidos, buscar su alimento, reproducirse, adaptarse al medio, en fin... vivir como aves.

Cerca de la entrada, un empleado tenía varios papagayos sueltos, cosa sorprendente. Todos allí quietitos, como en un cuadro. En un momento, nos preguntamos porqué no volaban, porqué no escapaban... De golpe, uno de ellos cae al piso desde una altura de 1 metro y medio, y no puede volver a subirse a su tronco. Camina tambaleándose y el empleado lo toma y lo vuelve a posar sobre la rama. Yo observaba sin comprender, y Andre se dio cuenta de que no podían volar, de que estaban allí con alguna parte de sus alas cercenada, para quedarse quietos sobre un tronco y permitir que este muchacho los tomara, una y mil veces por día, los posara sobre el hombro de los visitantes, niños en su mayoría, y así las familias felices se fotografiaran con semejante belleza de ave tal vez por única vez en su vida. Nos indignó darnos cuenta de ese maltrato.

Luego no pude evitar acariciar la cabecita de un loro amarillo y verde muy pequeño, que con cara triste se acercó saltando de ramita en ramita hasta la reja y colocó su cabeza cerca del alambrado en busca de cariño, eso sentí yo. Y lo acaricié un rato, mientras Andre meneaba la cabeza preocupada. Sentí que con eso le daba algo bueno, tal vez me equivoque, pero lo sentí tan solo... Perdón! Perdón! Perdón por no haber podido abrirte la puerta para que huyas lejos de allí pequeñín!


Toda la caminata, que duró dos horas, sentimos pena, sentimos que estábamos casi en un infierno, incapaces de actuar, impotentes ante ese tipo de organizaciones que son bastante poderosas y se reirían de nosotras si protestáramos en forma particular.

En otra jaula grande había muchos colibries de distintos tipos, que volaban hacia arriba y se golpeaban las alas intentando escapar ante la cantidad de gente que los asustaba...era tan triste verlos volar hacia arriba y chocar contra el alambrado delgado que los distanciaba del cielo.

¿Saben si existe alguna asociación en contra de los zoológicos, en contra de estos lugares de encierro y exposición de animales solo para el placer y enriquecimiento del ser humano? Si existe esa asociación, con Andre ya queremos formar parte, hacer algo para terminar de una vez por todas con estas jaulas antinaturales.


Lágrimas acudieron a nuestros ojos desde el principio, mientras veíamos y no podíamos creer la existencia de tal lugar, y nosotras allí, lo peor! Qué ilusas! Parque de aves sueltas, dónde se ha visto! Desde ya, no nos gustan para nada los zoológicos, y esto fue el colmo! Encima de todo nos sentimos culpables, cómplices por haber ido, por ser testigos mudas e impotentes... la gente allí gritando a las aves en su cara como si fuera una feria... tanto stress, pobres animales! Si ellos pudieran oírme, desde aquí quisiera hacerles llegar mis disculpas por este encierro. Si pudiéramos, abriríamos todas esas jaulas para que sean LIBRES ya! ¿Existe mayor crueldad que la de algunos seres humanos? Paola Vanesa Giardina

viernes, septiembre 10, 2010

Los Dueños del Lago (Paola Vanesa Giardina)

Tuvimos la fortuna hace unos años de viajar con Andre de vacaciones a Bariloche. La sorpresa y la tristeza fue muy grande cuando llegamos a la zona del Lago Gutiérrez. El lugar es hermoso, pudimos bañarnos en el lago y disfrutar de un día maravilloso, pero lamentablemente el acceso al lago está limitado a una playa pública de unos 100 metros, con un bar y un señor que alquila canoas por hora. Cansadas de tanta gente amontonada en un espacio tan reducido, decidimos recorrer sus márgenes hasta hallar una zona más tranquila.

Pero para recorrerlo debimos salir hacia la calle de tierra, a unos 70 metros del lago, desde donde se veía el agua privada tras unos bellos bosques de pinos, sin tener acceso al lago hasta caminar varios cientos de metros. Toda la zona está ocupada y es inaccesible. Toda la margen del lago está plagada de imponentes chalets y casas de veraneo, que han hecho de la orilla del lago su muelle particular, forjando allí los límites de su propiedad, y han talado y siguen talando cientos de árboles centenarios para construir sus impresionantes mansiones. El ruido de las maquinarias en las construcciones monumentales y el sonido ensordecedor de las sierras talando hermosos ejemplares irrecuperables nos hicieron llorar. Lo veíamos y no podíamos creer lo que nuestros ojos nos mostraban. Y todo el sur en Argentina es más o menos similar.

Nuestra Patagonia está pasando a manos privadas sin restricciones, estamos perdiendo nuestros paisajes, nuestros recursos, nuestras tierras. No solo se privatizó el lago, sino que se está deforestando una hermosa zona virgen sin censura y sin control. Hablando con la gente de la zona, habitantes que hace años que viven sobre la loma, cerca del lago pero no sobre sus orillas, nos dijeron que eran negocios inmobiliarios multimillonarios, con gente del gobierno involucrada, y que el tema era irreversible: “están vendiendo las orillas del lago con sus bosques y todo, nos están dejando afuera, no podemos acceder a él, ni disfrutarlo, ni evitar esta locura”, nos decían.

¿Habrá forma de frenar tal atropello a la naturaleza, a los derechos de todos a sentarse frente al lago a disfrutar de su belleza, a respirar el aire puro y gozar de la sombra hermosa que estos árboles nos pueden proveer a todos, de oír el canto de los pájaros que allí se posan, de evitar que nos quiten la tierra? No tengo muchas esperanzas cuando hay tanto dinero en juego: esta gente tiene las manos sucias de billetes y lo que menos hacen es pensar en el bien común o en la ecología, o en el futuro de ese ecosistema devastado por maquinarias que incesantemente trabajan, día y noche, haciendo pozos en la tierra, talando árboles y levantando paredes de cemento en una zona que debería ser protegida. Por eso este viaje nos dejó un sabor amargo, porque nos enteramos de una realidad que nos entristeció mucho realmente.

Les dejo una fotografía que tomamos del Lago Mascardi, otro de los bellos lagos de nuestro sur.

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