"Pies para qué los quiero, si tengo alas pa' volar." Frida KahloHoy se abrió mi corazón a la memoria con la inocente melancolía de mil ángeles que se desploman. Hoy fui lágrimas de pez volador en el mar más hermoso que las alas de mis ojos hayan conocido, sobreviví a la amargura de las olas y ascendí hacia mis límites más altos para saber hasta qué punto estaba viva. Mezcla de sabiduría e inexperiencia, me cobijé en silencio a contemplar el tiempo en fuga, desde mi nido en la cima. Allá arriba, entre las nubes más suaves, forcejeé rabiosa y acabé sintiéndome perdida. Allá arriba, entre los truenos de la tempestad, sentí la fuerza de mi alma mientras el viento me conducía como una flecha ebria sorteando relámpagos. Ahora el cielo está en calma. Miro hacia el mundo igual que un ave en panorámica y no me alcanzan las alas para abarcar el horizonte. Observo el caos allá abajo: Lo observo y me da miedo. Sólo quisiera irme muy lejos, volando allá donde a mis plumas se les aparezca una brisa cálida a la cual le entusiasme hacerme cosquillas.