viernes, julio 30, 2010

Cuento: La Madre de todas las Pájaras (Elio Milay)

Mal padre, mal marido: ¿Qué horas son estas de llegar? No me digas nada y no levantes la voz, que las niñas duermen ya desde hace seis horas. Cómo apestas a podredumbre. Me lo imagino, toda la noche fumando y bebiendo. Si ya mi madre me lo advirtió: "No te cases con él, que a ese sólo le gusta el vicio y te traerá por el camino de la amargura." ¿Por qué no la hice caso? Mañana mismo me voy volando con ella y me llevo a las niñas. ¿Pero qué estoy diciendo? Mañana mismo te pongo a ti de patitas en la calle, mejor, que en este nido la que trabaja soy yo. Agarras la maleta y me dejas en paz de una santa vez. Te vas con tus amigotes, esa bandada de maleantes sin oficio ni beneficio. Con tantos como son, no faltará quien te haga el favor de refugiarte por caridad debajo de algún puente al estilo golondrino. Cuando yo vuelva a casa por la tarde, no quiero verte aquí o me golpearé contra la puerta y te denunciaré por violencia doméstica. ¿Lo has entendido? Hale, a dormir en el sillón. Y si no pido el divorcio express mañana mismo, será porque no tengo intención de casarme más. Antes me enamoro de un murciélago. ¡Desgraciado! Hasta aquí hemos llegado y aquí se terminó. Fin.

Renaud Visage, Dos Verderones (Carduelis Chloris) de la familia de los fringílidos.

http://es.wikipedia.org/wiki/Carduelis_chloris